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Debido a la grave crisis ambiental provocada por el uso de combustibles fósiles, en los últimos años ha aumentado exponencialmente la demanda por energías limpias en todo el mundo, y es la energía solar la que está ocupando un lugar central en esta revolución de las energías verdes. En los últimos 10 años, la capacidad mundial de energía solar instalada ha aumentado un 1.500%.
Para mantener la producción de las plantas solares, y que éstas sigan funcionando a la máxima eficiencia, se deben realizar inspecciones periódicas en los paneles fotovoltaicos, verificando si hay daños o suciedad, los cuales reducen la eficiencia y rentabilidad de la planta.
Estas inspecciones tradicionalmente se hacían de forma manual, pero hoy en día se ha incorporado masivamente el uso de drones con cámaras térmicas, lo que contribuye enormemente en la productividad de las labores de inspección, reduciendo los tiempos de trabajo en terreno en un 98%.
A través del dron DJI Matrice 300 RTK y su cámara Zenmuse H20T, se capturan imágenes térmicas y visuales simultáneamente para identificar puntos calientes sobre los paneles solares, los cuales pueden indicar problemas eléctricos y no eléctricos. Luego, mediante softwares especializados en el análisis de estos datos, se identifican y localizan las zonas defectuosas, y se genera un informe preciso con instrucciones para los equipos de mantenimiento.
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